lunes, 19 de agosto de 2013

Sexto Grado,Historia, Bloque 2 Las civilizaciones agrícolas de Oriente y las civilizaciones del Mediterráneo: Tema 12; La vida cotidiana en Roma.

La vida cotidiana en Roma

Aquí aprenderás a describirlas características de la vida
cotidiana en Roma

Los habitantes de la antigua Roma se ocupaban en diversos trabajos.
Los ciudadanos ricos gastaban grandes sumas de dinero para tener
una carrera. Las más demandadas eran las relacionadas con la
política, ya que les permitían conseguir altos cargos en el gobierno,
aunque también podían estudiar otras (como leyes o medicina).
En el campo, la mayoría de las personas se dedicaba a trabajar
la tierra; en las ciudades había oficios como herrero, artesano,
actor y maestro, entre otros. En relación con el entretenimiento
era común que los adultos practicaran actividades como
lanzamiento de disco o jabalina y montar a caballo; también
eran aficionados a jugar dados y asistir al coliseo a presenciar
combates entre gladiadores, luchas entre animales salvajes
y competencias de carros. Otra diversión popular era el teatro.
Por su parte, los niños jugaban a ser gladiadores o a la pelota,
porque era una buena forma de ejercitarse, además de que
usaban carritos de juguete y figurillas de animales (como perros).
A las niñas se les preparaba para el matrimonio desde los siete
años, y se divertían con muñecas de marfil. Muchas de ellas se
casaban cuando tenían entre diez  y doce años, por lo que era
común que fueran madres desde los trece años.

Actividades que muestran la vida cotidiana en Roma.



Para observadores
>Observa las imágenes de esta página sobre las actividades
cotidianas en la ciudad de Roma y responde en tu cuaderno:
¿qué actividades se representan en cada una?, ¿son parecidas
a alguna que se practique en tu localidad?, ¿a cuáles? Si vivieras
en esa época, ¿a qué oficio te hubiera gustado dedicarte?
Comparte tus opiniones con tu grupo.

Sexto Grado,Historia, Bloque 2 Las civilizaciones agrícolas de Oriente y las civilizaciones del Mediterráneo: Tema 11; La expansión y organización del imperio (Los romanos).

La expansión y organización del imperio

En su expansión, el imperio romano dominó territorios que hoy
abarcan cerca de 40 países de Europa, Asia y África.
Esto fue posible por su organización y su control militar.
 En lo político, se dividía en provincias, que eran regidas
por gobernadores, a quienes designaba el emperador.
Para comunicar a las ciudades y provincias romanas
se construyó una extensa red de caminos, vías y puertos,
que además favorecía el comercio. Los romanos también
se preocuparon por proveer agua para consumo humano.
En las ciudades donde este líquido no estaba al alcance,
se llevó mediante acueductos. Por ejemplo, el agua que
llegaba a Roma se transportaba desde los Montes Apeninos
(que se encontraban a 45 kilómetros de distancia), usando
filtros a lo largo del recorrido.

(Da click en la imagen para verla en grande)

En general, existía la libertad religiosa porque Roma no imponía
ideas políticas o credos en los territorios, siempre y cuando se
considerara que el culto no atentaba contra la dignidad del
emperador o la seguridad del imperio (como ocurrió con
los cristianos). Además, se solía respetar las ideas y costumbres
de las provincias; sólo se les desarmaba y les exigían
contribuciones económicas. Para mantener un imperio tan grande,
se recurrió a un numeroso ejército, encabezado por el emperador;
también se establecieron alianzas con otros territorios, que
resultaban  útiles para la defensa y para controlar rutas
comerciales.  La unidad monetaria del imperio era el denario de
plata,  que se empleó tanto en Roma como en los territorios
vecinos  desde principios del siglo I hasta finales del siglo III d.C.

¿Cuándo y dónde pasó?
> 1. En equipos, observen el mapa de la extensión del imperio
romano. Después, con ayuda de su Atlas de geografía universal,
identifiquen qué países actuales corresponden a los territorios
que eran parte del imperio.
> 2. Escriban un texto breve en el que expongan las dificultades
que pudieron enfrentar los romanos para dominar un imperio
tan grande.